El cielo bajo la pandemia: una latinoamericanista china comparte su experiencia

El cielo bajo la pandemia: una latinoamericanista china comparte su experiencia


EL CIELO BAJO LA PANDEMIA:
UNA LATINOAMERICANISTA CHINA COMPARTE SU EXPERIENCIA


Traducción: Zhan Xinyu y He Jiawei


Por más de medio año el coronavirus se ha expandido por todo el mundo, cada país se ha visto afectado en diversos grados, y los más desarrollados no son la excepción: Estados Unidos, Inglaterra y los países de la Unión Europea se enfrentan con una situación de prevención y control de la pandemia muy crítica, y el desarrollo económico también se ha visto gravemente afectado. En los países en vía de desarrollo, los sistemas médicos y de salud precarios, sumados a la pobre capacidad de gobernanza han provocado que el virus se propague rápidamente, y la gente no pueda quejarse más duro por el sufrimiento. En tal situación, China, como el primer país en haber confirmado un caso de coronavirus, se ha convertido en el blanco de todas las críticas. En los principales medios de comunicación occidentales, se leen infinitos reparos contra China.

En Estados Unidos, actualmente el país con el mayor número de casos del mundo, su gobierno ha culpado de toda responsabilidad a China. Además, cuestionan la gestión y el control de información, creyendo que el gobierno chino ha ocultado las cifras reales y creen que la situación epidémica de China es en realidad más grave de lo que anuncian los datos oficiales. Los medios de comunicación de China se enfrentan pasivamente ante la opinión pública internacional. El Diario de Wuhan de la escritora Fang Fang, que en los primeros meses de la cuarentena fue foco de atención en China, recientemente se publicó en el extranjero, pero la autenticidad de su contenido también ha causado una gran controversia.

Soy una docente que trabaja en la Academia de Ciencias Sociales; durante años me he dedicado al estudio e investigación de diferentes aspectos de Latinoamérica, domino el inglés y el español. Por mi trabajo estoy más atenta y tengo la oportunidad de ver comentarios internacionales sobre China, siento profundamente la diferencia entre la realidad y lo que dicen los medios de comunicación. Por lo tanto, quiero compartirles algo sincero que es mi experiencia personal durante la epidemia en China. El contenido se basa en mi experiencia, la de mis amigos y mi familia, acerca de nuestra vida diaria, trabajo y sentimientos despertados durante la pandemia.

Médicos y enfermeras de un hospital en Jinan dan despedida al médico Shi Haiyang quien es despachado a Wuhan para auxiliar, febrero 2020. Todas las imágenes son cortesía de la autora.

Un Año Nuevo Lunar envuelto por la epidemia

Mi ciudad natal es Ji Nan, situada en una provincia en la costa Este de China. El brote de Covid-19 ocurrió cerca del Año Nuevo Chino. Después de un largo tiempo de trabajo en el extranjero regresé de Beijing a mi ciudad natal. Unos pocos días después, Wuhan anunció el confinamiento de la ciudad, y todo el país entró en un estado de tensión. Por un lado, tenía suerte de haber llegado a casa antes de este anuncio, pero por otro lado, me preocupaba que me hubiera infectado con el virus en el camino. Unos días antes de regresar a casa, visité lugares públicos como hospitales y otros lugares concurridos, utilicé el metro y tomé el tren de alta velocidad de Beijing a Shanghai. Pero no me sentía mal y no me contagié, lo cual demostraba que a principios del año 2020, el virus no se había propagado a gran escala en Beijing, y no hubo un brote en la zona abarcada por esta línea de tren de alta velocidad.

Durante las vacaciones del Año Nuevo Chino, la transmisión diaria de noticias de la Televisión Central de China (CCTV por sus siglas en inglés) se extendió hasta una hora o más, casi todo el contenido se centraba en la epidemia y tal situación duró por varios días. Por un lado, el país estaba inmerso en la celebración del Año Nuevo Chino, pero por otro lado, todos estábamos asustados. En Wuhan y otras ciudades de la provincia de Hubei, el virus se había propagado entre la comunidad. Toda la ciudad de Wuhan y la provincia de Hubei estaba en medio de un infierno. Al mismo tiempo, el virus comenzó a propagarse por la totalidad del territorio. Afortunadamente, el país estaba de vacaciones y la circulación de personas ya se había reducido considerablemente, por lo tanto se redujo el riesgo de transmisión. El gobierno bloqueó la ciudad de Wuhan y la provincia de Hubei, y pidió a las personas de todo el país que se quedaran en sus casas y trataran de no salir.

En la etapa enfocada en combatir la epidemia, el gobierno promulgó las siguientes medidas que impresionaron a los ciudadanos: Primero, anunció el tratamiento “gratuito” a los pacientes infectados por el coronavirus en todo el país. Tenga en cuenta que “gratuito” significa que el paciente no tiene que asumir ningún gasto. Después de que se paguen los costos de acuerdo con las reglas de seguros médicos básicos, el seguro de enfermedades graves y asistencia médica, etc., los demás gastos personales serán subsidiados por las finanzas gubernamentales para implementar un seguro integral. Además, esta cobertura de seguro médico puede incluir tanto a los ciudadanos chinos como a los extranjeros que trabajan legalmente en China. En segundo lugar, construir hospitales de cabina móvil rápidamente. El gobierno despachó veinte hospitales de campaña y tres laboratorios móviles para apoyar a Wuhan, así que resolvió el problema de la insuficiencia de camas de hospital. Tercero, convocar a otras provincias a enviar equipos médicos a Hubei para dar una mano de auxilio. La Comisión Nacional de Salud anunció la coordinación de 16 unidades provinciales para apoyar a Hubei. Cada provincia del país se encargó de ayudar a una ciudad de la provincia de Hubei, y así se fue fortaleciendo el equipo médico y el tratamiento de los enfermos.

La provincia de Hubei es el epicentro de la pandemia en el país, cuyos casos recientemente confirmados representan el 85.5% del total . Mirando hacia atrás, las medidas del gobierno rápidamente lograron controlar la epidemia, y triunfamos en la lucha contra el virus. Según varias agencias internacionales de estadística, hasta el 20 de junio de 2020, el número de casos confirmados en China era 83.352, ocupando el puesto 21 a nivel mundial. EE.UU. y otros países occidentales han cuestionado públicamente la autenticidad de los datos de China. Espero que mi experiencia e impresiones muestren de manera sincera la situación de cómo una ciudadana común vivió la epidemia en China. Por lo pronto no se ha confirmado ningún caso en el distrito Gang Cheng de mi ciudad natal de Jinan (una pequeña ciudad en la provincia de Shandong), y afortunadamente ninguno de mis amigos o personas a mi alrededor han sido infectados. Por lo que sé, la situación de la mayoría de las personas a mi alrededor es similar a la mía. De hecho, solo Wuhan y otras ciudades de la provincia de Hubei tienen transmisiones comunitarias, y en otras provincias y ciudades los casos son esporádicos y aislados. Teniendo en cuenta el número de la población de China (1.4 billones de habitantes), lograr este tipo de control es realmente difícil. Además, China siempre anuncia la información de la epidemia lo antes posible. Hasta el 20 de junio, el número total de casos confirmados nacionales se ha actualizado a 84.970, con una velocidad de anuncio mucho más rápida que la de las agencias internacionales de estadísticas.

Tendencia diaria del número de casos confirmados de coronavirus en China. Fuente: http://sa.sogou.com/new-weball/page/sgs/epidemic

La vida durante el confinamiento

Durante el período del Año Nuevo Chino, cuando la ciudad de Wuhan entró en confinamiento, los expertos aconsejaron a todos que se quedaran en casa y no salieran, que era la medida más efectiva de prevenir la epidemia. Tenga presente que esta decisión era “recomendada”, no “obligatoria”. En la región más afectada con casos confirmados, el gobierno anunció el aislamiento obligatorio. Por ejemplo, si en una comunidad se propaga el virus, todos los residentes de esa comunidad deben permanecer en cuarentena durante al menos 14 días en su hogar. Sin embargo, en las áreas poco afectadas por la epidemia, el gobierno nunca implementó medidas obligatorias de aislamiento. Existe un fenómeno social interesante, y es que incluso si no hubo un aislamiento obligatorio, la mayoría de las personas conscientemente evitaron salir lo menos posible, cooperando así con el gobierno local casi sin ninguna objeción ni insatisfacciones.

El brote del virus les dio a las familias que no estaban infectadas más tiempo para acompañar a sus seres queridos. Para corresponder a la llamada del Estado, tratábamos de evitar salir. En mi familia, solo íbamos de compras una vez a la semana, y nos quedamos en casa el resto del tiempo. En las redes sociales de repente aparecieron videos de actividades de pasatiempos en el hogar, por ejemplo: usar la mesa del comedor como mesa de ping-pong, jugar al bádminton en la sala de estar y pescar en la pecera se volvieron populares en el Internet. Durante estas vacaciones, para mí lo más precioso fue poder acompañar a mis padres al campo a cosechar bolsa de pastor (Capsella bursa-pastoris, una planta que cocinamos), que era mi trabajo favorito cuando niña. No me imaginaba volver a tener tiempo y oportunidad de experimentar este tipo de actividad al cabo de tantos años.

Después de las vacaciones del Festival de Primavera (o Año Nuevo Chino), como las medidas preventivas y de control de la epidemia no se relajaron, todo el país comenzó a trabajar a distancia. Dado que mi trabajo es escribir y enseñar, tener la oficina en casa no me afectó mucho. La enseñanza a distancia me ahorró tiempo de viaje. Parecía que a los estudiantes también les gustaba esta forma de enseñanza, así que el efecto fue mucho más positivo de lo que yo imaginaba.

Un puesto callejero de un restaurante durante el brote del virus, junio 2020.

Sin embargo, la pandemia ha tenido un impacto grande en otras industrias, como por ejemplo la industria de alimentos. En Beijing, hay un restaurante llamado Quan Jude que está cerca de mi casa y es un restaurante famoso de pato laqueado. Durante la pandemia, el número de consumidores se ha reducido drásticamente. Para atraer nuevos clientes, han tenido que vender en la calle exhibiendo los platos, incluyendo el típico pato asado y los langostinos estofados en cajas frescas o empacados al vacío. El gimnasio y piscina de natación a los que iba a menudo ahora están cerrados. La fuente de capital del dueño del gimnasio fue interrumpida, y tres estudios de yoga que administraba cerraron; al final tuvo que vender su casa para recaudar fondos.

Después de marzo, a medida que la epidemia disminuyó, muchos trabajos volvieron a funcionar como antes. Se veían más personas en las calles, en el metro y el autobús. Aunque recientemente todavía aparecían casos confirmados a diario, el número era tan bajo como de un solo dígito, y la mayoría de ellos eran casos importados del extranjero. Hasta ahora, la reactivación de la economía no ha resultado en un rebrote de la pandemia en el país.

La epidemia en Beijing: segunda ola

Hasta el 11 de junio, Beijing llevaba 60 días continuos sin casos nuevos diagnosticados y de pronto se encontró con nuevos casos confirmados en el mercado mayorista de Xin Fadi. Hasta la fecha, la fuente de la infección ha sido difícil de determinar, ya sea debido a la importación de alimentos frescos o por una cadena local de infección potencialmente oculta. Aunque se confirmaron de 20 a 30 personas infectadas cada día, en los días siguientes la pandemia fue controlada eficazmente.

Después de que reapareció la epidemia, el gobierno organizó de inmediato pruebas de ácido nucleico en toda la ciudad. Actualmente hay 128 instituciones de prueba de ácido nucleico en Beijing, con el volumen máximo de prueba diaria de 458,000 personas. Dado que la comunidad local requería que todos nos hiciéramos la prueba, soy también testigo de esta historia de controlar la epidemia.

Haciendo cola para realizar la prueba de Covid-19. Había que mantener una distancia de un metro entre personas, junio 2020.

Aunque en la etapa inicial del brote algunos funcionarios del gobierno de Hubei cometieron faltas en el cumplimiento del deber, en la posterior batalla contra la epidemia el desempeño del gobierno ha sido notable, conteniendo la epidemia lo más pronto posible y minimizando la carga de los enfermos, y ha dado una respuesta satisfactoria al pueblo de todo el país. Cuando estalló la pandemia a nivel mundial, China brindó mucha asistencia a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y a países de todo el mundo. Sin embargo, hay países que no son amigables con China, condenando a nuestro país como el lugar de origen del virus, creyendo que China debería ser responsable del daño causado al mundo.

De hecho China, por ser el país con “el diagnóstico confirmado más temprano” no significa que sea el “origen”, sin mencionar que las clasificaciones del virus de otros países y las de China son completamente diferentes. En este sentido, los principales medios de comunicación occidentales han adelantado una guerra de opinión contra China. Desde el brote del virus, China ha estado en una posición pasiva en esta guerra con algunos países y los medios de comunicación occidentales, y la voz china no se ha difundido ampliamente. Espero que nuestro país pueda crear una plataforma de medios de nivel mundial para expresar nuestra opinión de forma más efectiva, y de esa manera el mundo pueda ver paso a paso la verdadera China.

Personal médico que realiza pruebas de ácido nucleico, junio 2020.

Un interrumpido viaje a América Latina

He estado en dos ocasiones como estudiante de intercambio en América Latina. Mi segundo año de bachillerato lo pasé en la Universidad de La Habana, Cuba, y mi segundo año de doctorado fue en el Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México. Estos dos años de estudio en el extranjero han mejorado mucho mi nivel de español. Más importante aún, he tenido un verdadero sentimiento por América Latina, sus hermosos paisajes naturales, el entusiasmo de la gente y la cultura me fascinan. Por otro lado, me confunde el contraste entre los abundantes recursos naturales que se encuentran en la región y el tortuoso proceso de desarrollo de los países. Todo esto ha hecho que me interese profundamente en la investigación de la región. Si no hubiera sucedido esta pandemia, sería muy probable que regresara a América Latina este año para asistir a una conferencia académica y apreciar nuevamente el magnífico paisaje del continente americano.

A mediados de julio, el número de casos confirmados en América Latina ha llegado casi a 3.700.000. América Latina es una región con alta proporción del sector informal, con sistema médico débil y la capacidad de gobernanza baja. Por tanto, la situación de la pandemia es particularmente preocupante. Vi por las noticias que una gran cantidad de vendedores ambulantes estaban infectados en la Central de Abasto de la Ciudad de México, lo cual se parece a la pandemia surgida en un mercado de Wuhan en China. Durante este tiempo, a menudo chateo con maestros y amigos en América Latina. Afortunadamente, todavía están saludables, pero están profundamente preocupados por el futuro, y yo también. América Latina es mi segundo pueblo natal. Espero hacer algo por ella. Traté de enviar suministros médicos como mascarillas a mis amigos en México. Sin embargo, el servicio internacional expreso de correos ha sido interrumpido en México.

El sistema de salud pública en América Latina es frágil. Carece de la capacidad de responder a las emergencias de salud y depende en gran medida de la asistencia y el apoyo externos. En este contexto, el apoyo de China a la resistencia pandémica latinoamericana está llenando el vacío dejado por los Estados Unidos. El gobierno chino ha brindado asistencia a México, Argentina, Venezuela, Costa Rica, Perú y otros países, incluyendo la donación de suministros y el envío de equipos médicos para ayudarlos a superar las dificultades y buscar oportunidades para la recuperación económica.