Estudiar con trece horas de diferencia

Estudiar con trece horas de diferencia


ESTUDIAR CON TRECE HORAS DE DIFERENCIA

María Paula Rodríguez [1]


¿Te has preguntado alguna vez sobre cómo es estudiar o vivir en otro país, dejar a tu familia y emprenderte en una nueva aventura desconocida? Mi nombre es María Paula y hoy hablaré sobre mi experiencia estudiando en China.

Todo empezó cuando aplique a una beca y jamás imaginé poder ir y estudiar en un país tan lejano, ¡al otro lado del mundo! Llegué a Beijing, China, por primera vez en septiembre del 2019, gracias a que obtuve una beca deportiva con la Universidad de Deportes de Beijing (BSU, por sus siglas en inglés), ya que en ese entonces yo pertenecía a la Selección Antioquia de Natación con Aletas. Desde la pandemia llevo más de un año estudiando en línea, un reto que no me esperaba.

La universidad

La BSU es una de las mejores universidades en China y una muy reconocida en el área de educación física que cuenta con todos los escenarios deportivos que puedas imaginar, en donde incluso entrena la selección Olímpica de China. 

La Universidad ofrece catorce programas de pregrado en las áreas de educación física, entrenamiento deportivo, deporte comunitario, ciencias del deporte, deporte tradicional chino, gestión de asuntos públicos, gestión del deporte y la industria, periodismo, publicidad, psicología aplicada, interpretación, danza, rehabilitación y deporte recreativo. De estos, tres se seleccionan como programas característicos a nivel estatal y cuatro como programas característicos de Beijing.

La BSU es la única universidad que tiene la categoría más alta en cuanto a calidad en la disciplina de las ciencias del deporte, que es una de las disciplinas claves a nivel nacional, ya que China se identifica por ser una gran potencia deportiva; y también la única universidad del deporte seleccionada en el “111 Programa de Introducción a los Recursos Intelectuales en el Extranjero”, el cual es un programa que busca expandir el conocimiento chino en el extranjero. La BSU cuenta con una destacada tradición de enseñanza y aprendizaje; además de gozar de una gran reputación tanto en el país como en el extranjero.

Piscina de la Universidad de Deportes de Beijing

Experiencia

Recuerdo que cuando llegue a Beijing no sabía ni decir “hola” en chino, tampoco sabía mucho sobre el país o su cultura, todo era desconocido y me daba tanta curiosidad, ¡Beijing es una ciudad enorme! 

Es una de las ciudades chinas más grandes en términos tanto de tamaño como de población. Y para hacernos una idea de cuán grande es, ¡Beijing es un poco más que nueve veces el tamaño de Bogotá! 

Tan pronto llegué a la universidad me instalé en el dormitorio del campus. Como era de esperarse, la universidad también era inmensa con sus múltiples canchas deportivas, hasta tenía un supermercado dentro del campus. La primera semana estuve acomodándome a la rutina y reconociendo la universidad, y asistiendo a mis clases de chino. Ademas de tener la oportunidad de conocer a más latinos que me ayudaron, apoyaron y me orientaron en todo el proceso de inducción.

Las clases de chino eran exigentes, pero bastante entretenidas, algunos profesores las dictaban en inglés, otros completamente en chino; y aunque había estudiantes de muchas culturas y nacionalidades en un mismo salón, lo que más me gustaba era la diversidad, a pesar de que no hablábamos el mismo idioma, podíamos comunicarnos y entendernos muy bien.

Respecto a la beca, yo obtuve una beca completa, la cual me da beneficios que me permitieron vivir cómodamente en un cuarto compartido dentro del campus, con servicios, un seguro médico y un estipendio mensual con el que podía cubrir gastos básicos como alimentación, internet, entre otros.

Clase de caligrafía, María Paula (primera a la derecha)

La China de hoy

En cuanto a diferencias culturales, una de las cosas que más me impactó fue la tecnología, usar WeChat, Alipay o aplicaciones vinculadas al banco con las que puedes pagar todo electrónicamente y que llegue hasta tal punto en que en una tienda pequeña no te reciban efectivo, sino que todo sea por medio de pago electrónico, fue muy impactante para mí. La seguridad era algo que también me impresiono, no digo que no te puedan robar, pero en mi caso fácilmente podía dejar mi maleta o mis cosas y nadie las tomaba; ademas de haber muchísimas cámaras de seguridad alrededor de todas las calles. También puedes encontrar a personas muy amables por toda la ciudad que, aunque muchas no hablaban inglés siempre estaban dispuestas a ayudarte con lo que necesitaras.

Además, cabe resaltar que, aunque hay muchas suposiciones, creencias o mitos sobre la comida china, en realidad no vi mucho fuera de lo común. Lo más raro que viví fue que pregunté en un restaurante qué tipo de carne servían en unos fideos y me mostraron una foto de un burro, a lo que inmediatamente dije “No, gracias”. Pero fuera de eso no vi nada raro y realmente la comida es deliciosa y hay una gran variedad gastronómica que puedes encontrar. Platos típicos como el Pato Pekín, los jiaozis que son como empanaditas al vapor y los fideos, que son espectaculares. Eso sí, les gusta comer mucho picante, pero con el tiempo te acostumbras.

En el medio año que estuve estudiando en China me divertí muchísimo, pude conocer a muchas personas tanto chinas como extranjeras; eso me llevo a entender y aprender de muchas culturas y poder adaptarme más fácilmente a nuevas situaciones, a tener una visión más abierta, a aceptar las diferencias y crecer mucho a nivel personal. Viví momentos inolvidables, tuve la oportunidad de visitar lugares legendarios como la muralla china en varias ocasiones, la ciudad prohibida y diferentes museos, palacios y parques hermosos. Un gran destino que me enamoró fue el Museo Nacional de China, que queda en el centro de Beijing y con solo presentar tu pasaporte ¡la entrada es gratis!

Jiaozi que son como empanaditas al vapor

Estudiar en línea

Actualmente me encuentro estudiando virtualmente en la universidad, ya que, al acabar el primer semestre de chino, vine de vacaciones a Colombia y debido a la pandemia no he tenido la oportunidad de regresar a China a estudiar. Y aunque estoy lejos, debo decir que la experiencia de estudiar a distancia tiene múltiples ventajas, algunas de ellas es que ayuda a que organices mejor tu horario día a día y a clasificar las prioridades, las actividades, necesidades y responsabilidades que tienes pendiente. Yo tomo todas mis clases por medio de una plataforma llamada “Rain” que funciona normalmente por medio de la aplicación WeChat y que tiene hasta una versión móvil; en la cual puedo ver todas mis clases en vivo, las diapositivas, comentar en foros, subir fotos o documentos, hacer sugerencias y, además, puedo ver todas las clases pregrabadas en caso de haberme perdido de algo. Es una herramienta realmente útil a la hora de estudiar en línea y a través de la cuál puedes interactuar con profesores y compañeros.

Aplicación “Rain” para aprender en línea

Mi carrera es Educación Física, así que hay clases en las cuales tengo que hacer ejercicio o aprender coreografías a la 1 o 3 de la mañana debido al cambio horario y, aunque sí es un cambio un poco brusco, con el tiempo te acostumbras a llevar este tipo de horarios. Además de esas clases, también veo clases como psicología infantil, entrenamiento para jóvenes, anatomía, fisiología, entre otras. Mis compañeros chinos ven aún más materias que yo, ya que desafortunadamente hay una ley en China que prohíbe a los estudiantes extranjeros ver materias relacionadas con política, ideología e incluso nos prohíben tomar la materia de inglés; ellos piensan que todos los extranjeros hablamos un inglés perfecto, lo cual respeto, pero me gustaría poder tomar materias que me permitieran entender mucho más al pueblo chino.

Considero que, aunque estudiar en línea tiene sus ventajas, también requiere de mucha dedicación y compromiso, ya que, en mi caso, debido al cambio horario (13 horas de diferencia), yo estudio y tomo mis clases en las madrugadas y, aunque no es algo fácil, todo se logra con esfuerzo y constancia. Tengo mucha motivación y quisiera volver a China y cada día aprender y entender más sobre su cultura, idioma e ideología. Estudiar online con compañeros chinos me ha hecho mejorar significativamente mi chino porque hay tantas palabras y materias que en ningún libro de aprendizaje de chino encontrarías. Además, me ha hecho entender al entorno educativo y a los jóvenes chinos que, aunque pensamos que son muy serios y secos, realmente en las aulas se disfruta de un ambiente amable, donde los estudiantes pueden expresarse, reír y aportar para mejorar la enseñanza. Y es algo que realmente me ha encantado ver, aunque sea desde la distancia.

El estudiar a distancia, me ha hecho ser más flexible, independiente, me ha enseñado a buscar más información e indagar, a conectar con personas que en condiciones normales no hubiera podido conectar. Personas que están en las mismas condiciones que yo, estudiando a distancia y que juntos nos apoyamos y ayudamos mutuamente. 

Vivir en China y estudiar en una universidad reconocida a nivel deportivo ha sido una experiencia gratificante, me ha hecho tener una gran admiración por el pueblo chino y su gran disciplina en la cotidianidad. Todas estas experiencias vividas me animan a alentar a más personas para que puedan conocer más sobre este increíble país y, si tienen la oportunidad animarles a viajar, aplicar a becas y estudiar o hasta trabajar en China. Aunque es un país lejano, no tengan miedo de experimentar o de aventurarse, China es un pais único y hermoso, quisiera pronto poder regresar para disfrutar del campus y la vida universitaria.

Escultura frente al gimnasio de atletismo

[1] Estudiante de la Universidad de Deportes de Beijing.