ORQUÍDEAS Y JAZMINES: CREACIÓN, MÚSICA Y SOLIDARIDAD
ENTREVISTA A ERIKA CARDONA
Erika Cardona es una directora musical, egresada de la Escuela Superior de Artes Débora Arango y con pregrado en la Universidad de Antioquia, realizó su maestría y doctorado en el Conservatorio de Música de Shanghái. Durante la pandemia gestionó al lado de un colectivo de colombianas el Concurso Eres Arte para apoyar a los creativos colombianos durante la primera etapa de cuarentena en el país.
1. ¿Erika, hablamos un poco de por qué decidiste venir a estudiar a China?
Si bien la música no debe ser considerada “universal” tal y como lo dejó claro la argentina-uruguaya Graciela Paraskevaídis, la incógnita al desconocer la música y cultura de Oriente así como el deseo por apreciar otras manifestaciones culturales fue lo que me motivó para aplicar a una beca del gobierno de China. No conocía nada del idioma, ni había investigado nada de este maravilloso país. La posibilidad de acceder a una beca completa para realizar estudios de posgrado fue razón suficiente y absolutamente llamativa, y al obtenerla pues simplemente acepté y me embarqué en esta aventura. Igualmente creo que muchas razones tanto directas como indirectas influyeron, entre las que está el espíritu aventurero de mi papá, la ambición académica de mi mamá o simplemente el plan de Dios para mi vida.

Todas las fotografías cortesía de Erika Cardona.

David Pavlovits compositor y solista con la orquesta Abre tu mente. Dirige Erika Cardona, Shanghai.
2. ¿Cómo ha sido tu experiencia con tus maestros y compañeros en China, qué diferencias encuentras con Colombia?
Para un docente su objetivo es que los estudiantes comprendan y dominen un determinado conocimiento o habilidad; la diferencia la encuentro en las metodologías empleadas para alcanzar dicho objetivo. En Colombia la riqueza de la discusión, de la crítica, de la apertura de la palabra que lleva consigo una libertad de exploración académica es un punto a favor inmenso. Sin embargo, lo que se hace después de dicho proceso de discusión no alcanza a compararse con los resultados que se obtienen en China, donde los procedimientos que van después de dicho proceso de discusión se ven respaldados por un sistema directo y claro que beneficia la publicación y la creación a gran escala. Otra diferencia que considero clave es el valor que se le da a la educación en la sociedad. Siento que no solo el gobierno chino, sino que su población le ha apuntado a la educación como eje clave de desarrollo en el país. Tuve compañeros de estudio cuyos padres de familia vendieron hasta sus casas para apoyar sus estudios.
Ahora como profesora he visto el acompañamiento tan directo que los padres de familia tienen con sus hijos. Los fines de semana, para una gran mayoría de familias con niños o adolescentes, no son de descanso sino que es el tiempo para complementar los estudios académicos con clases personalizadas o grupales en áreas artísticas, deportivas o académicas. No estoy en posición de calificar esto como positivo o no, pero sí resalto ese interés por el valor de la educación. Es necesario tener en cuenta que vivo en Shanghai que es una ciudad muy cosmopolita; por tanto, las condiciones locales pueden variar con las de ciudades menos desarrolladas, sin embargo, el sistema nacional como tal sí sé que beneficia a quien accede a una educación superior.
En Colombia en muchos aspectos hay demasiado conformismo, las metas son relativamente bajas y hay una tendencia al establecimiento de comparaciones a un nivel muy local. Acá, precisamente por la superpoblación, cada año se establecen nuevas marcas, más exigencias, más competitividad. Tengo y tuve compañeros músicos que, por sus habilidades, en Colombia serían considerados “estrellas”. El nivel interpretativo y técnico en algunos instrumentos musicales de muchos niños es incomparable con el nuestro, está muy por encima, y aun siguen siendo niños que no son “crecidos” socialmente como superdotados ni como estrellas, y esa regularidad, esa necesidad y a la vez posibilidad de desarrollarse más y de obtener niveles más altos son los que continúan impulsándolos a trabajar y estudiar más comprometidamente. Repito, esto puede ser bueno y no tan bueno; sin embargo, impulsa, genera movimiento, hala, y a mí personalmente me gusta.

3. ¿Cuándo uno piensa en músicos chinos, existe el estereotipo de ser personas prodigiosas técnicamente pero quizás les hace falta “sabor”?
Mucha gente así lo piensa; sin embargo, yo no comparto esa posición. Es que desde el mismo entendimiento de la diferencia de su sentir se entiende que su forma de apreciar la música no tenga el mismo “sabor” que nosotros pretendemos encontrar. Es decir, y saliéndome del campo musical, lo que para ellos tiene sabor en las comidas es simplemente diferente a lo que nosotros consideramos como un buen sabor. La variedad de sus condimentos, el uso tan distinto de los mismos productos que ellos utilizan en sus alimentos es simplemente un indicativo del uso de diferentes estándares a la hora de evaluar. Volviendo a la música, la riqueza y la belleza al interpretar sus instrumentos tradicionales es asombrosa. Un buen concierto de guqin (antiguo instrumento de cuerda), o incluso de otros instrumentos musicales compartidos en varios países orientales como el erhu (violín chino) o la pipa (instrumento de cuatro cuerdas en forma de pera que se toca verticalmente), son una revelación de su milenaria cultura. Si llamamos sabor a esa particularidad rítmica sincopada heredada por los africanos pues definitivamente no lo vamos a encontrar (y eso que últimamente estas vertientes musicales también están llegando a las ciudades principales), pero ellos tienen su propia forma de interpretación. Y como en todo, la subjetividad del personaje que califica está recargada con su bagaje y cómo ello conecta o no con la persona que se evalúa.

4. En Latinoamérica existe poco conocimiento sobre la tradición de música clásica en China y sus compositores, ¿qué nos puedes compartir al respecto?
Esa es precisamente la gran limitante del idioma, y la gran oportunidad y responsabilidad que tenemos nosotros al respecto. Desde el siglo pasado, tras adoptar la tradición musical europea, en los centros de educación superior musical en el país existen múltiples figuras que se han destacado. Voy a mencionar algunos nombres sin querer excluir a tantos otros que han sido y son tan importantes en este medio. A principios del siglo XX se destacaron compositores como XiaoYouMei (萧)肖友梅 quien estudió en Japón y luego en Alemania e influyó no solo en el área compositiva sino en la de la educación musical. Igualmente estuvo He LuTing 贺绿汀 quien además de ser un compositor prolífico, es conocido por su defensiva actitud de la música académica occidental durante el periodo de la Revolución Cultural. Está el maestro He XunTian 何训田quien además de influir significativamente en sus estudiantes, hoy maestros de composición en diferentes conservatorios, se distinguió por establecer el primer método contemporáneo compositivo, además de establecer los “Cinco No” (No-occidental, No-oriental, No-académico, No-folclórico y No-no). Por otro lado, en las últimas décadas en el extranjero se empezaron a reconocer figuras como Tan Dun 谭盾, quien fue nombrado en la expo del año 2010 como embajador cultural mundial y quien entre su más recientes composiciones tiene la obra Oración y bendición (Prayer and Blessing) en respuesta a la situación generada precisamente por la pandemia. También está el compositor Bright Shen 盛宗亮 quien al igual que Tan Dun, se estableció posteriormente en Estados Unidos, y ha sido ganador de numerosos premios con obras como Cuatro movimientos para trio para piano. En Europa parece reconocerse más al compositor Chen Qigang陈其钢, quien también tras vivir el proceso de la Revolución Cultural y al ganar una competencia de composición nacional fue autorizado para viajar a Francia a continuar sus estudios, siendo posteriormente estudiante de Messiaen. Y se encuentran los compositores actuales que, además, son docentes en los principales conservatorios del país, entre ellos el Conservatorio de Música de Shanghai y el Conservatorio Central de Música de China.
5. ¿Cómo sería tu relación creativa con la música tradicional china y cómo la incorporas en composiciones como Orquídeas y Jazmines?
Al vivir acá y estar inmersa en el medio musical local, consciente e inconscientemente se adoptan elementos muy propios de la cultura y de las prácticas musicales que ellos tienen. Es el hecho de estar día a día con compañeros intérpretes y compositores, de entender su lengua y acercarme un poco a su forma de comprender el mundo, de asistir a conciertos de todo tipo, de recibir algunas clases de algunos de sus instrumentos como el guqin y la flauta de bambú y demás. Todo ello le va brindando a uno nuevas percepciones que de alguna manera se dejan ver en lo musical. La composición en sí ha de revelar la percepción particular de cada creador, y dicha percepción ha de ser genuina mientras se cargue con las particularidades como persona y ser social.
Al final, Orquídeas y Jazmines es mi primera obra orquestal, la titulé haciendo evidente ese encuentro cultural como colombiana en China y me aventuré a explorar elementos de acá y allá a través de un lenguaje que, si bien no fue netamente contemporáneo, se valió de cierta libertad en el uso de los recursos musicales que brinda la contemporaneidad. Esta fue mi forma de expresar el cómo escucho a China, la obra fue comisionada en el año 2019 para participar en el proyecto anual “Escuchando a China” del Conservatorio de Música de Shanghai, bajo el liderazgo del compositor Ye GuoHui (叶国辉) e interpretada por la Orquesta Filarmónica de Shanghai, el 3 de diciembre del año 2019 bajo la batuta de ZhangLiang (张亮).

6. ¿Dónde pasaste la cuarentena y cuéntanos un poco sobre la experiencia de crear el Concurso Eres Arte?
La cuarentena la pasé en Shanghai. La idea me llegó después de otros intentos de compartir las experiencias que tuvimos de primera mano con el virus. Recuerdo que para entonces muchos estábamos siguiendo paso a paso el trayecto del virus a nivel mundial. Cuando se hizo pública la noticia del primer infectado en Colombia la preocupación que manifestó la comunidad colombiana en China se hizo de manera inmediata. Muchos teníamos la urgencia de generar consciencia sobre la gravedad del virus y por compartir nuestras experiencias. En un primer intento pensé hacer un video y luego realicé una PPT como documento informativo que explicaba lo básico sobre el virus; en ese momento Janeth Figueroa y Marietta Maya se ofrecieron para revisar y corregir el texto, y luego lo reenvié a varios grupos esperando que se volviera un documento informativo en las redes del país. Pero una PPT no era suficiente.
Observando la preocupación económica de algunos amigos residentes en Colombia respecto a las implicaciones directas tras las medidas de la cuarentena que para ese entonces se aplicaban en el país, se me ocurrió la idea de ayudar, pero no regalando sino desde la motivación a la creación artística. La idea era realizar un concurso artístico con el cual pudiéramos llegar a profesionales y amateurs, es decir, personas con y sin conocimiento previo en las áreas de composición musical, escritura, fotografía, diseño gráfico y video, pero sí con el deseo y la intención de usar el tiempo en casa para crear. Le compartí la idea central a Janeth Figueroa que vive en Shanghai y se apuntó a desarrollar el proyecto conmigo. En busca de mejorar nuestro equipo, la comunicadora audiovisual Ana Cristina Cardona residente en Colombia también se unió al equipo, y así empezamos a mejorar las bases y envergadura del proyecto y lo lanzamos al aire. Así nació el Concurso Eres Arte y su Consejo Regulador. Buscamos apoyo consular, les escribimos a muchas figuras no solo políticas sino del medio artístico del país para que nos ayudaran y aunque no fue posible contar con todos los apoyos, pudimos llevarlo a cabo satisfactoriamente. Nos aliamos con la corporación CINTSED quien con la representación de la contadora Adriana Jaramillo veló por un manejo transparente de los dineros para las premiaciones e igualmente sirvió de sostén al ser nuestra figura legal como corporación con representación jurídica en el país. Le apostamos todo y queríamos que el proyecto, sin ánimo de lucro, fuera nacional y pudiera llegar al mayor número de personas posibles. Por lo tanto, creamos la página web (https://eresarteconcurso.wixsite.com/website) y una cuenta en Instagram (@concursoeresarte) en la que pagamos publicidad para que la información llegara a un mayor número de personas, además de compartirla con familiares y amigos, haciendo todo lo posible a nuestro alcance para promover el concurso. Contactamos a profesionales en cada una de las categorías del concurso, pidiéndoles ad-honorem su apoyo como jurados de las obras, y así es como recibimos la ayuda de maravillosos artistas en el proyecto.

7. ¿Qué tan difícil fue recaudar los fondos, estás satisfecha con los resultados y han pensado en realizar una segunda versión?
Paralelamente a la organización de la página desarrollamos actividades de recaudo de dinero para los premios, del cual un 99% de las donaciones provenían de personas naturales residentes en China. Como no eran suficientes, realizamos una rifa de una ancheta con productos colombianos y de otros países extranjeros y venta de artículos de segunda. El dinero faltante fue cubierto por el Consejo Regulador, y se procedió a la entrega de los premios. Al final, si bien la participación de la población no fue tan alta como la que esperábamos y muchas subcategorías quedaron desiertas, premiamos siete ganadores en modalidad profesional, ocho en modalidad amateur y 16 menciones honoríficas.
Este capítulo está por el momento satisfactoriamente finalizado, pero con la firme intención de encontrar alianzas nacionales e internacionales que nos permitan realizar la segunda versión del concurso y así acercarnos más a nuestro interés de “promover la creación artística colombiana de amateur y profesionales, con temáticas que trascienden las problemáticas locales con miras a una proyección nacional e internacional de una Colombia positiva, pujante, honesta, trabajadora, solidaria y creyente.”