Rina lazo y venceremos

Rina lazo y venceremos


RINA LAZO Y VENCEREMOS: UNA PINTURA SOBRE LATINOAMÉRICA Y ASIA


La muralista Rina Lazo, una de las últimas integrantes de la tradición artística de la Escuela Mexicana, falleció en México el 1 de noviembre de 2019. Su vida y obra ofrecen una visión poco conocida de los intercambios artísticos e intelectuales del siglo veinte entre Latinoamérica y Asia, en especial entre Guatemala y Corea del Norte. 

Rina Lazo nació en 1923 en Guatemala. En 1946 viajó a México para estudiar arte y al poco tiempo comenzó a trabajar como ayudante de Diego Rivera; así aprendió la técnica del muralismo y su colaboración continuó hasta la muerte del pintor en 1957. A lo largo de su vida, Lazo plasmó en su pintura las raíces del arte latinoamericano, de su tierra originaria y la cultura maya, pero también se interesó en la lucha trasnacional de los pueblos contra la opresión del imperialismo. Junto a su esposo Arturo García Bustos (1926-2016), muralista, artista gráfico y estudiante de Frida Kahlo, Lazo viajó por el mundo llevando consigo el arte de Latinoamérica y aprendiendo de otras tradiciones.

Arturo García Bustos dibuja en Corea del Norte. 1957. Fotografía reproducida en Rina Lazo y Abel Santiago, Rina Lazo. Sabiduría de manos. Conversaciones con Abel Santiago. México: Instituto Oaxaqueño de las Culturas, Fondo Estatal para la Cultura y las Artes, Asociación de Escritores Oaxaqueños, 1998.

En 1957 Lazo y Bustos llegaron hasta China y Corea del Norte invitados por una delegación de norcoreanos, a quienes conocieron durante el Sexto Festival de la Juventud y los Estudiantes en Moscú ese mismo año. Lazo llevó a Rusia desde México una pintura aún sin terminar sobre dos eventos y lugares hoy en día pocas veces imaginados en conjunto: la intervención de Estados Unidos durante el golpe de estado en Guatemala de 1954 y la victoria de Corea del Norte en la guerra contra Estados Unidos. Al ver el gran lienzo –de doscientos treinta por trescientos treinta centímetros– la delegación del país asiático invitó a la pareja de artistas a Corea del Norte para que Lazo aprendiera del país y pudiera terminar su obra.

Los norcoreanos ofrecieron a Lazo y Bustos la opción de llegar a Corea viajando unas cuantas horas en un jet recién adquirido por el gobierno norcoreano o tomando el tren transiberiano por once días. Decidieron viajar en tren para ver el paisaje e interactuar con los demás pasajeros; convirtieron su camarote en un estudio desde donde pintaron las vistas siberianas en otoño. La mañana en que el tren cruzó la frontera y entró en Corea del Norte, un grupo de jóvenes artistas del país les dio la bienvenida en su camarote y le entregaron un ramo de flores a Lazo. La bienvenida continuó una vez en Pyongyang, donde celebraron varias cenas en su honor.

Rina Lazo en Corea observa a un arquero. 1957. Fotografía reproducida en Rina Lazo y Abel Santiago, Rina Lazo. Sabiduría de manos. Conversaciones con Abel Santiago. México: Instituto Oaxaqueño de las Culturas, Fondo Estatal para la Cultura y las Artes, Asociación de Escritores Oaxaqueños, 1998.

En sus memorias, los artistas describen sus impresiones sobre Corea comparándola con lugares y paisajes de México: el Mar de Japón les pareció tan bello como el de Acapulco o Cancún. Durante el mes que estuvieron en Corea, Lazo y Bustos visitaron sitios históricos con esculturas budistas, las aguas termales en la Montaña Diamante o Geumgangsan y fueron a puntos con paisajes pintorescos donde otros artistas iban a pintar. Pero también pudieron ver las destrucciones causadas por la guerra. Además, Bustos tuvo la oportunidad de participar en un taller de grabado.

Después de su visita oficial a Corea del Norte, viajaron como turistas a China. En Beijing se reunieron con el artista chileno José Venturelli, a quien conocieron en México a través del Movimiento Mundial de la Paz, del que Venturelli era delegado en China. Venturelli insistió en que visitaran las cuevas budistas de Yungang, en la provincia de Shanxi: “A Yungang vale la pena ir aunque sea de rodillas”, les dijo. Por problemas de salud, Venturelli no pudo acompañarlos, pero siguiendo sus instrucciones lograron llegar por su cuenta, sin un guía y sin conocer el idioma chino. Al volver a Beijing, la pareja también visitó la Muralla China, la Ciudad Prohibida, entraron en contacto con la Asociación de Artistas Chinos y visitaron talleres de grabado.

Rina Lazo y Arturo García Bustos visitando las cuevas de Yungang, Shanxim, China.1957, Fotografía reproducida en Rina Lazo y Abel Santiago, Rina Lazo. Sabiduría de manos. Conversaciones con Abel Santiago. México: Instituto Oaxaqueño de las Culturas, Fondo Estatal para la Cultura y las Artes, Asociación de Escritores Oaxaqueños, 1998.

Las vivencias en Asia contribuyeron a enriquecer la obra de Lazo y Bustos y de forma evidente transformaron la pintura acerca de Guatemala y Corea, la cual Lazo terminó en 1959 y tituló Venceremos. La obra presenta a Corea del Norte como un ejemplo e inspiración para los guatemaltecos y otros pueblos, pero el cuadro desapareció a principios de los años sesenta, tras haber sido comprada por el político mexicano Mario Colín Sánchez. En 2008 Venceremos reapareció en el mismo museo donde había sido vista por última vez; hoy se encuentra en el Museo de Arte Moderno de Toluca, a sesenta kilómetros de la Ciudad de México, pero la bandera de Corea del Norte fue borrada del lienzo.

Vista actual de Venceremos (1959) en el Museo de Arte Moderno de Toluca, México.

La desaparición de Venceremos y su reaparición sin la bandera de Corea del Norte pueden considerarse actos de censura y ofrecen claves para entender por qué historias que conectan Asia Oriental y Latinoamérica han sido veladas. Contar la trayectoria de Venceremos es un primer paso para narrar de nuevas formas la historia entre estos territorios.