Una hora de guaguancó. Un acercamiento a América Latina a través del conocimiento de su música

Una hora de guaguancó. Un acercamiento a América Latina a través del conocimiento de su música


UNA HORA DE GUAGUANCÓ. UN ACERCAMIENTO A AMÉRICA LATINA A TRAVÉS DEL CONOCIMIENTO DE SU MÚSICA

Wilson Barroso Díaz [1]


Es una tarde de domingo y en la ciudad de Pekín se celebra el quinto aniversario de la escuela de bailes latinos Mapa Salsero. A simple vista parece algo sencillo e insignificante, pero no lo es cuando en profundidad analizamos todo lo que representa una actividad cultural internacional donde además se han reunido los máximos exponentes de la música y el baile latino en la capital China. Esto puede ser calificado como la expresión más genuina de la influencia que tiene Latinoamérica sobre el resto del mundo, teniendo en cuenta que, para nuestros países, que comparten características idiomáticas y culturales similares, la música y el baile son como el agua y el pan. ¿Qué mejor forma de crear puentes y lazos entre China y Latinoamérica, rebasando las diferencias culturales, distancias geográficas y barreras idiomáticas? De esto trata la diplomacia cultural y el intercambio entre pueblos, y está probado históricamente que son más sus beneficios que sus pocas desventajas y que en el ejercicio de la diplomacia cultural es una parte indispensable que no se puede obviar.

5to aniversario de MapaSalsero, en la foto aparecen Huo Yaofei, Mia Yu, Fido, Li Zheng y otros bailarines aficionados a la cultura latinoamericana. Fotografías cortesía del autor

A pesar de que los intercambios culturales deberían ser recíprocos, pues no existen culturas superiores a otras, sino con características distintas, poco se ha escrito sobre la influencia cultural de Latinoamérica en Asia. En comparación con los estudios sobre la influencia de Asia (en especial China) sobre América Latina, hay quien se refiere a este intercambio como un objeto de adoctrinamiento. Es importante resaltar esta bilateralidad y dar a conocer la existencia de embajadores no oficiales de nuestra cultura, tanto chinos como latinoamericanos.

Integrantes del grupo de percusión afrocubana junto a Albert Panton León, diplomático de la Embajada de Cuba en China

Este intercambio cultural no es nuevo, pero sí ha tomado más relevancia durante los últimos años. Lo anterior se demuestra a través del creciente número de escuelas de español y bailes latinos, así como el aumento de personas interesadas por conocer más sobre todos los aspectos que nos identifican como latinos en cualquier parte del mundo. Otro de los factores que propician este creciente auge del interés por Latinoamérica es la presencia cada vez mayor de estudiantes y profesionales latinoamericanos en China. El último de los factores, que es muy difícil definir como causa o efecto, es el creciente reconocimiento de los países latinoamericanos hacia China Continental como la única China y el establecimiento de relaciones diplomáticas. Lo anterior ha aumentado el intercambio con países como República Dominicana o Panamá. Solo en los últimos tres años las exportaciones de Panamá a China se han multiplicado 14 veces y los acuerdos bilaterales superan los 50 acuerdos en áreas de la economía y comercio, la aviación, la cultura, la educación y el turismo[2]. En el caso de la República Dominicana, en dos años de relaciones el comercio ha crecido un 41% con respecto a igual periodo en el año anterior[3]. Este intercambio ha aumentado la presencia de latinoamericanos que vienen a China por negocios o estudios y participan de las actividades culturales que ofrecen algunos espacios de música latina. Desde mi experiencia personal, en 2015 cuando llegué a China, existían algunas escuelas de salsa (no hay número exacto) pero de bachata y merengue se sabía y hablaba poco, mucho menos de la música afrocubana. Hoy estas escuelas han aumentado en número y además en sus programas de preparación incluyen cursos específicos que van más allá del 1 2 3 salsero.

Grandes exponentes de la cultura latina en China

En mi opinión, ya estamos en condiciones de mencionar un grupo de artistas asiáticos como grandes exponentes de la cultura latina, teniendo en cuenta este auge de escuelas de baile y de presentaciones culturales. Huo Yaofei (David) es definitivamente el más popular entre todos. Hace 16 años fundó su Casa de David y de inmediato se convirtió en el lugar de referencia de la cultura cubana, caribeña y latina. Su éxito ha sido tal que su Casa de David ha pasado a convertirse en el Centro de Intercambio Cultural entre Cuba y China, recibiendo este nombramiento y apoyo por parte de la Embajada de Cuba en Pekín. Otros no menos talentosos se abren paso dentro de este mundo latino-asiático, lleno de barreras que se superan con esfuerzo al paso del tiempo y las experiencias adquiridas. Mapa Salsero, como mencioné al principio, es uno de los proyectos más populares. Desde su fundación en Tianjin, los sonidos de la música latina se escuchan en la escuela MiSalsa (Mia Yu), en esta escuela se ha introducido una clase especifica de guaguancó cubano, del cual hablaremos más adelante.

Durante estos cinco años, locales de fiestas nocturnas como fue Salsa Caribe, y otros, se hicieron eco de la música latinoamericana y brindaron espacio para la actividad que es el resultado más importante de este proceso: la expresión social, el baile y disfrute de la música en conjunto. Porque al final ¿de qué nos sirve aprender a bailar salsa si no lo podemos compartir con otros?

Hui Yaofei (David), “el chino que baila sabroso”. Foto: Casa de David

La cultura afrocubana poco a poco ocupa su lugar en China

Es indiscutible que Cuba es la Isla de la música, y esto se debe a la mezcla de varias culturas distantes que tienen su choque-encuentro en el caribe. Mezcla de los instrumentos y ritmos europeos, provenientes en su mayoría de España y por otro lado de la rica música africana, con toques de música china y luego una influencia directa de la música estadounidense, es quizás la más grande creación de los habitantes de ese país. A lo largo de la historia, famosos músicos cubanos han innovado y renovado ritmos distintos entre sí, lo que da como resultado una gran variedad de bailes. Podemos mencionar el jazz como uno de los ejemplos, del cual se desprende el jazz latino, fusión de este ritmo con ritmos cubanos y brasileños. La salsa tiene como base musical al son cubano, el mambo y el chachachá, esto es bien conocido por los que disfrutan de esta música en China. Sin los tambores afrocubanos como las congas o tumbadoras, los tambores batá y los bongós, no hubiese sido posible el nacimiento de estos ritmos que forman parte fundamental de la música latina.

El profesor Li Zheng y “el rumbero menor” como yo cariñosamente le llamo
Rumberas chinas en su momento de expresión cultural

Pero a diferencia de otros continentes, en Asia la música afrocubana ha llegado de forma tardía al panorama cultural. Producto de las diferencias culturales, idiomáticas y tal vez la distancia geográfica, no podemos decir que se haya adentrado completamente. Sin embargo, tampoco podemos decir que no existe, tanto que existen exponentes de este género de origen asiático y que con mucho esfuerzo han logrado romper estas barreras.

El nombramiento de la rumba cubana como patrimonio inmaterial de la humanidad ha propiciado ese aumento de su presencia internacional. En la fiesta por el aniversario de la escuela Mapa Salsero, para sorpresa mía y del personal de la embajada que asistía a dicho evento, descubrimos un grupo (de momento informal) de chinos amantes de la percusión que se unen todos los lunes en un gimnasio en la ciudad de Tianjin y practican los ritmos y bailes afrocubanos. Una hora de guaguancó creada por la colaboración entre los profesores Mia Yu y Li Zheng: un grupo de estudiantes de danza y de seis a siete estudiantes de percusión, el menor de ellos de doce años. Y aunque para algunos esto puede representar un simple detalle, es importante recalcar que la diplomacia cultural se realiza a través de estos pequeños pero muy significantes detalles, los cuales se convierten con el paso del tiempo en grandes vehículos de las relaciones internacionales. Durante los festejos por el aniversario 61 de las Relaciones entre Cuba y China, en la que participó el grupo de estudiantes chinos de percusión con dos piezas, el embajador cubano expresó: “en China siempre hemos tenido representación cultural de canto y bailes cubanos, pero la sorpresa y novedad de esta ocasión llega de las manos de estos muchachos, sobretodo el más pequeño”.

Desde mi punto de vista aún falta mucho por mejorar en estos ámbitos, pues aún persisten otros problemas como la confusión creada por la Rumba Ballroom, la cual es más aceptada dentro del imaginario chino como el baile latino, y la poca participación de orquestas de música latina profesionales en el mundo del espectáculo chino.

Sí se vislumbra un panorama alentador, pues gracias a la participación cada vez mayor y el interés que muestran los habitantes de este gran país, la cultura latinoamericana va ocupando el lugar que le corresponde.

Lunes de Guaguancó: en la foto aparecen los profesores Mia y Li, junto a sus estudiantes y amigos

[1] Doctorando en Diplomacia de la Universidad Renmin de China. Su tesis aborda los lazos políticos y culturales entre China y Latinoamérica.

[2] Datos de la oficina del portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China.

[3] Datos del Ministerio de Relaciones de la República Dominicana.